Nuestra historia

El ministerio Valientes surge en 2014 en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez en el sur de México por parte de la congregación Odres Nuevos. Al visitar a nuestros vecinos para conocerles y servirles, descubrimos que alrededor de nosotros habían muchas vecindades con familias, en su mayoría de ascendencia indígena, que batallaban con la pobreza, las adicciones, la violencia intrafamiliar y analfabetismo. 

 

Muchas mamás solas que salían a trabajar desde muy temprano dejando a sus niños solos y expuestos a diversos peligros. Ver los rostros de niños llenos de temores, dolor, hambre y abandono nos quebró el corazón. Comenzamos a llevarles alimento dos o tres veces por semana y al hacerlo fuimos conociendo más a fondo sus historias y su quebranto.

 

Después de más de un año de visitarles y ayudarles las familias nos brindaron su confianza y permitieron que los niños, de diferentes vecindades, asistieran a nuestras instalaciones una vez por semana.  Comenzamos a darles temas de sanidad, prevención de abuso, espacios para abrir sus corazón y recibir restauración, así como alimentación y regularización académica. Meses después nos dimos cuenta que un día no era suficiente para la gran necesidad en ellos, así que dimos el paso de fe de tener el programa de lunes a viernes de manera permanente.Esto nos permitió brindarles un espacio donde estuvieran protegidos mientras sus padres trabajaban, darles un buen desayuno, formación cristiana y poco a poco mejor atención el área académica. Gracias a Dios hasta ahora hemos podido asistir a alrededor de 90 niños.

 

En la actualidad estamos en proceso de consolidación  del área académica con el apoyo de la Escuela Virtual Maranatha, este es un gran paso ya que algunos de ellos no cuentan con los recursos suficientes para asistir a la escuela formal, y VALIENTES es donde están recibiendo su educación primaria. Estamos dando los primeros pasos para consolidar un mejor respaldo académico.  De manera natural la mayoría de los niños asisten con nosotros hasta que terminan su escuela primaria.

 

Lamentablemente por el contexto familiar y social del que proceden, al dejar de asistir quedan expuestos a adicciones, violencia y pandillas.  Por ello estamos formando un grupo de apoyo para estos adolescentes, a fin de dar seguimiento a su desarrollo emocional y espiritual.Nuestro anhelo es que los niños hagan la diferencia en sus generaciones, teniendo mejores herramientas para la vida, desarrollando carácter firme para una mejor toma de decisiones e impactar a su comunidad a través de una relación con Dios fuerte y solida.